PREMIO NOBEL EN QUÍMICA
El indio Venkatraman Ramakrishkan, el estadounidense Thomas A. Steiltz y la israelí Ada Yonath han sido galardonados con el Premio Nobel de Química 2009.
Estos tres científicos, que nunca han trabajado juntos, consiguieron descubrir cómo se producen las proteínas en las células. Lo consiguieron a través de la cristalografía de los rayos X, conociendo al estructura en tres dimensiones del ribosoma, encargado de fabricar proteinas en la célula.
Gracias a los trabajos de estos tres científicos ahora se sabe cómo actúan los antibióticos en las células de las bacterias, lo que es un primer paso para luchar contra la preocupante resistencia bacteriana contra los fármacos.
Sus investigaciones han ayudado a conocer las diferencias entre los ribosomas de las células bacterianas y las humanas, por ello ahora es posible diseñar nuevos antibióticos que atacan únicamente a los organismos peligrosos.
Los ribosomas transforman la información genética del ADN en proteínas, esenciales para que la célula pueda funcionar.
El indio Venkatraman Ramakrishkan, el estadounidense Thomas A. Steiltz y la israelí Ada Yonath han sido galardonados con el Premio Nobel de Química 2009.
Estos tres científicos, que nunca han trabajado juntos, consiguieron descubrir cómo se producen las proteínas en las células. Lo consiguieron a través de la cristalografía de los rayos X, conociendo al estructura en tres dimensiones del ribosoma, encargado de fabricar proteinas en la célula.
Gracias a los trabajos de estos tres científicos ahora se sabe cómo actúan los antibióticos en las células de las bacterias, lo que es un primer paso para luchar contra la preocupante resistencia bacteriana contra los fármacos.
Sus investigaciones han ayudado a conocer las diferencias entre los ribosomas de las células bacterianas y las humanas, por ello ahora es posible diseñar nuevos antibióticos que atacan únicamente a los organismos peligrosos.
Los ribosomas transforman la información genética del ADN en proteínas, esenciales para que la célula pueda funcionar.
PREMIO NOBEL EN MEDICINA
Fue otorgado a Elizabeth H. Blackburn, Carol W. Greider, y Jack W. Szostak en forma compartida, por “el descubrimiento de cómo los cromosomas son protegidos por los telómeros y la enzima telomerasa“.
Los telómeros son los extremos de los cromosomas. Están constituídos por ADN repetitivo y forman una especie de protección para el resto del ADN cromosómico al permitir que se produzcan sucesivas copias cromosómicas sin deterioro del material genético. Hace un par de años había escrito un post sobre ese tema, hablando justamente del progresivo acortamiento de los telómeros y cómo ese acortamiento termina limitando la capacidad reproductiva de la célula.
Los ganadores del Nobel descubrieron ese rol protector de los telómeros, así también como el rol de la enzima telomerasa en la formación de los telómeros.
Estos descubrimientos son importantísimos: debido a que el acortamiento progresivo de los telómeros está diréctamente implicado en el envejecimiento celular. También se abren puertas nuevas para el tratamiento del cáncer, ya que las celulas cancerosas poseen una virtual inmortalidad al no degradar sus telómeros en cada división.
Los telómeros son los extremos de los cromosomas. Están constituídos por ADN repetitivo y forman una especie de protección para el resto del ADN cromosómico al permitir que se produzcan sucesivas copias cromosómicas sin deterioro del material genético. Hace un par de años había escrito un post sobre ese tema, hablando justamente del progresivo acortamiento de los telómeros y cómo ese acortamiento termina limitando la capacidad reproductiva de la célula.
Los ganadores del Nobel descubrieron ese rol protector de los telómeros, así también como el rol de la enzima telomerasa en la formación de los telómeros.
Estos descubrimientos son importantísimos: debido a que el acortamiento progresivo de los telómeros está diréctamente implicado en el envejecimiento celular. También se abren puertas nuevas para el tratamiento del cáncer, ya que las celulas cancerosas poseen una virtual inmortalidad al no degradar sus telómeros en cada división.
